Hace algunos años, en la década de los 80’s, había un popular anuncio en Televisa. 

El anuncio comenzaba con una mamá lavando ropa a mano mientras dos de sus hijos llegaban de la escuela. Uno de ellos aparecía con la ropa muy sucia. La mamá empieza a reclamarle mientras se agita notoriamente, al punto que toma al niño de la camisa. En ese momento una voz se escucha en donde le pide a la mamá que cuente hasta 10 respirando lento y profundamente. 

El efecto de esos 10 segundos parecieron magia. La mamá recupera la compostura y le pide a su hijo ser un poco más considerado y cuidar su ropa. Al final, algo que pudo acabar muy mal, termina con un tierno abrazo entre los dos.

¿Pero realmente es todo lo que se requiere en ocasiones? ¿Detenernos unos segundos y respirar profundamente?

La respuesta es un sí total

La respiración profunda funciona porque aumenta el suministro de oxígeno al cerebro y estimula el sistema nervioso parasimpático, lo que promueve un estado de calma. 

Tal vez no era la única intención, pero el anuncio televisivo estaba proponiendo que  para desescalar situaciones tensas, utilicemos la respiración profunda; uno de los principios más importantes en la meditación.

Pero entonces, ¿Qué es la meditación?

La meditación es el proceso de volverse hacia adentro, calmar la mente y practicar la presencia.

Hoy en día, esta práctica milenaria se ha vuelto cada vez más popular en el mundo occidental y los resultados constatan el por qué de su popularidad. Sin embargo, la práctica es más común en adultos, siendo que cualquier persona de cualquier edad se puede beneficiar sustancialmente de ella.

Además, la meditación es una de las actividades más saludables que un padre puede hacer con su hijo. La meditación afecta diferentes partes del cerebro, incluido el lóbulo parietal. La actividad en el lóbulo parietal se retarda durante la meditación y los niños pueden procesar la información con mayor claridad. 

Aquí presentamos las 5 razones por las cuales es altamente recomendable que los niños y adolescentes practiquen la meditación:

 

1. Aprenden las habilidades básicas de regulación emocional

Tamara Hill, terapeuta de trauma certificada, dice que los niños que aprenden a meditar pueden aprender las “habilidades básicas” necesarias para la regulación de las emociones, como respirar adecuadamente, disminuir la frecuencia cardíaca, identificar síntomas de ansiedad o activación del sistema nervioso simpático y “centrarse” en el aquí y ahora. 

Algunas investigaciones sugieren que la meditación tiene beneficios neurológicos y fisiológicos que pueden ayudar a los niños en el espectro del autismo y a los diagnosticados con TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

 

2. Reduce el estrés y la ansiedad

Según Catherine Wilde, profesora de yoga y meditación para niños, la práctica de la meditación puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en los niños.

Enseñar a los niños a concentrarse en su respiración y enseñarles a aplicar otras técnicas calmantes puede darles las herramientas para volver a un estado presente de calma en cualquier momento, de día o de noche.

Siempre que sea posible, permitir que los niños pasen tiempo al aire libre sin pantallas es una manera excelente de ayudarlos a experimentar la belleza relajante de la naturaleza. 

Incluso unos pocos minutos diarios dedicados a la meditación pueden tener beneficios asombrosos para los niños.

 

3. Desarrolla resiliencia emocional y psicológica

A lo largo de la vida, la meditación tiene un impacto significativo y positivo. Estamos viendo que cuando a los niños se les presenta la meditación, al igual que cuando aprenden un idioma extranjero a una edad temprana, la habilidad permanece con ellos de por vida, es lo que dice Stephanie Wijkstrom, psicoterapeuta y fundadora del Centro de Bienestar de Pittsburgh. 

Se puede deducir fácilmente que al aprender la meditación durante la infancia, el niño o niña se coloca en la dirección correcta para comprender sus pensamientos, sentimientos y su relación física dentro del cuerpo, llegando a comprender y experimentar la interconexión de todos ellos. 

Aprovechar este tipo de conciencia desde temprana edad es una herramienta preventiva que le permitirá al niño o niña una mayor resiliencia emocional y psicológica a medida que crece hacia una edad adulta feliz y bien adaptada.

 

4. Mejora el sueño

El Dr. Bryan Bruno, fundador y director médico de Mid City TMS en la ciudad de NY asegura que los niños que practican la meditación pueden fortalecer su sistema inmunológico, reducir el estrés e incluso mejorar su sueño.

De hecho, los mejores momentos para meditar son justo cuando te despiertas y justo antes de irte a dormir. Meditar antes de acostarse permite un sueño más profundo, manteniendo a su hijo bien descansado y preparado para la escuela u otras actividades.

Finalmente y muy importante,

 

5. Mejora el rendimiento académico

Sarah Morris, directora de Brain Happy, una compañía de Londres que promueve la salud y el bienestar, menciona que la meditación practicada crea cambios neurológicos (cerebrales) a largo plazo. Esto significa que los niños y los adultos necesitan práctica regular (preferiblemente 5 días a la semana durante al menos 15 minutos), en lugar de sólo una vez a la semana. La meditación es como cualquier otra habilidad, se necesita repetición para desarrollarla.

Estos son algunos de los cambios en los niños:

  • Se sienten más tranquilos y pueden controlar mejor sus emociones.
  • Tienen una mayor capacidad emocional para lidiar con eventos estresantes como exámenes o problemas personales.
  • Mejoran su comportamiento.
  • Bajan los niveles de depresión y ansiedad.
  • Mejoran su asistencia escolar.
  • Mejoran sus habilidades memorísticas.

Por las razones anteriores (que son visibles en los escáneres cerebrales de los meditadores habituales), la meditación tiene un enorme potencial para mejorar el rendimiento académico en las escuelas. 

Es importante recalcar que la meditación, como cualquier práctica, toma tiempo para que se vean mejoras, pero así es con todas las cosas que valen la pena; cuestan esfuerzo.

La ventaja es que esta práctica se puede hacer en donde sea y además se puede convertir en una actividad familiar.

La realidad es que son pocas las actividades que han sido comprobadas para ayudar a reducir el estrés y la meditación, sin duda, es una de ellas. 

En ISOM, sus hijos tienen la oportunidad de practicar la meditación mediante la actividad “Circle Time“ en Kínder. Para los alumnos de Primaria y Secundaria se ofrecen sesiones voluntarias de respiración profunda.

A su vez, a través del programa de Apoyo al Bienestar Familiar, pronto se ofrecerá la “Semana de la Meditación“

Y recuerde que siempre se puede encontrar un momento durante el día, y si no, ya bien lo dice el viejo proverbio Zen: 

“Debería sentarse a meditar durante veinte minutos todos los días, a menos que esté demasiado ocupado; entonces debería sentarse durante una hora”. 

Si requiere más información al respecto, no dude en contactarnos a info@isom.mx

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